Antecedentes: La traición estalinista y la creación de la CTM

La historia fundamental al respecto son los años treintas, cuando Trotsky está en México, cuando se funda la CTM. La CTM surge de ese periodo del sindicalismo que se organiza en la época de Cárdenas y van surgiendo muchos sindicatos de industria y buscan la unidad en una gran central obrera. Esa gran central va a ser la CTM. Y hay tres sectores de la clase obrera fundamentales que van a la unidad en la CTM. Uno, el sector dirigido por el Partido Comunista, donde están compañeros como Miguel Ángel El Ratón Velasco, Campa, Hernán Laborde, que están presentes en sindicatos importantes como el de ferrocarrileros, el de petroleros, etc.; llevan una fuerza importante. Está un segundo sector de la CGT que dirige Lombardo Toledano. Y está un tercer sector, más débil, de sindicatos como el de lecheros, que dirige un tal Fidel Velázquez, junto con otros cinco compañeros que les dicen “los cinco lobitos”, líderes sindicales que ya van destacando en sus habilidades de transas.

El estalinismo plantea que hay que hacer alianza con la burguesía progresista y hacer este Frente Popular. Estas corrientes de Fidel Velázquez y compañía son las corrientes identificadas con Cárdenas y con el Partido de la Revolución Mexicana. Entonces, para lograr la unidad entre el extremo de los que están dirigidos por el Partido Comunista y “los cinco lobitos”, la consigna es que el secretario general sea Lombardo Toledano, en eso hay acuerdo. Segundo: ¿quién es el Secretario de Organización?, que es el segundo cargo más importante de la CTM para constituir la organización precisamente. Los del Partido Comunista dicen “pues nos toca a nosotros, somos la otra fuerza importante”. La presión del gobierno y de Lombardo es que no puede ser, alguien del Partido Comunista sería muy a la izquierda y proponen que sea uno de “los cinco lobitos”. El Partido Comunista no está de acuerdo; sigue insistiendo que se ¿???? con Miguel Ángel Velasco. Lombardo se comunica al Kremlin y dice “pasa esto y está en juego la política que dijo el camarada Stalin del Frente Popular, de la alianza con la burguesía, del frente antifascista”. Y la orden llega de Moscú: “disciplínense, entreguen la Secretaría de Organización a los cinco lobitos”. Y entonces el secretario de Organización en la fundación de la CTM es ni más ni menos Fidel Velázquez. Entonces en primer lugar Lombardo, segundo lugar Fidel y los comunistas subordinados.

Entre Lombardo y “los cinco lobitos” truenan a los comunistas de los sindicatos. Una vez que los truenan, truenan a Lombardo, y cuando termina el periodo de Lombardo, el nuevo secretario general es Fidel Velázquez, que va a quedar como vitalicio, hasta su muerte. Gracias a esta traición que se hizo producto de la alianza estalinista del llamado Frente Popular.

Después de que es expulsado de la CTM, Lombardo funda el Partido Popular Socialista, con ideología supuestamente socialista, estalinista, pero subordinado al PRI. El Partido Comunista, como el patito feo de la familia, está con la misma línea, y trata de demostrar que es fiel a esa línea, especialmente a partir de 1940, cuando está Trotsky aquí en México.

Me voy a permitir una digresión porque está saliendo ahorita, en los correos electrónicos, a partir de la muerte de Monsiváis, sobre el Partido Comunista, y tiene que ver con Campa. Cuando Trotsky está asilado en México ocurre que ve en el periódico, porque así lo dice en sus diarios ―por eso les digo que tengo la imagen de que los camaradas que están con él están en una permanente escuela de cuadros, porque Trotsky comenta con ellos lo que ocurre en México y el mundo― y lee “Valentín Campa y Hernán Laborde, que eran del secretariado del Partido Comunista Mexicano, han sido expulsados en un congreso extraordinario”, llamado de urgencia, por eso es extraordinario, acusados de trotskistas. Entonces dice Trotsky “están preparando mi asesinato”. Es una perspicacia del compañero para, entre líneas, descubrir qué es lo que está pasando.

Son expulsados Campa y los demás compañeros y nadie dice qué paso. Ni Campa ni Laborde dicen nada. Van a pasar 30 años para que en 1971 se publiquen las memorias de Valentín Campa y sepamos qué es lo que pasó en ese año de 1940. Entonces el viejo Campa ya, saliendo de la cárcel, antes del 10 de junio, nos cuenta que en ese año ellos están haciendo toda la campaña planteada por Moscú en contra del asilo a Trotsky, de la decisión de Cárdenas. Y participan en mítines, en manifestaciones, en boicoteos, en asambleas, persiguen trotskistas dentro del partido y de los sindicatos ―porque hay camaradas trotskistas en los sindicatos.

Cuando Trotsky llega a Tampico en el barco (ustedes pueden ver la foto en el museo de Trotsky), su primera gran sorpresa es que está la policía y el tren presidencial esperándolo. Cárdenas ha mandado el tren presidencial a recibirlo, lo van a trasladar de Tampico a la ciudad de México en el tren del presidente y hay una guardia de policías esperándolo. Ustedes lo ven en la foto: se ve a Trotsky, Natalia, Frida Kahlo, hay policías y civiles acompañándolo. Le invitan una comida de mariscos muy rica y hacen el viaje para acá.

El gobierno está protegiéndolo, pero ¿cómo que lo está protegiendo, si él viene huyendo de los asesinatos de Stalin en la Unión Soviética? Pues porque en México están también las movilizaciones de los estalinistas, de la CTM y de los lombardistas contra Trotsky y por eso el presidente pone su propio tren. Pero se decide que el tren no llegue hasta la estación de Buenavista, sino que se baje subrepticiamente en Lechería. Ahí lo esperan los camaradas mexicanos para traérselo escondido en un carro hasta Coyoacán. Y esos camaradas son albañiles; hay unos que son profesores como Luciano Galicia que después va a ser del sme, pero primero fue profesor; o como Gustavo Fernández, que es de los dirigentes de la organización trotskista en México; pero los otros son albañiles, parte de una organización sindical cuyo nombre no recuerdo ahorita y que son los primeros que van a acompañar a Trotsky para protegerlo desde Lechería hasta Coyoacán. En donde el gordo de Diego Rivera y los otros agarran por primera vez un rifle para cuidarlo esa noche. Pero primero son estos camaradas que habla de la inserción proletaria, desde un inicio, de los camaradas trotskistas mexicanos: entre maestros, electricistas y albañiles.

Los estalinistas están persiguiendo a trotskistas dentro de los sindicatos y dice Campa que están en esa campaña contra Trotsky cuando viene un enviado de Moscú a ver al secretariado, que está constituido por tres compañeros que son Valentín Campa (ferrocarrilero), Hernán Laborde (líder de taxistas) y otro camarada cuyo nombre olvido siempre. Viene este enviado, que si mal no recuerdo es... el novio de Tina Modotti, ¿cómo se llama?... Bueno, viene para decirles que la orden de Moscú es eliminar a Trotsky. Estos cuates, Campa, Laborde y el otro camarada, sed quedan estupefactos, son grandes comunistas, militantes obreros, estalinistas, entendiendo que esto es estar en contra de Trotsky y hacer todo lo que se pueda para que no le den asilo, combatirlo políticamente, pero nunca han matado a nadie, no son asesinos.

Y antes del estalinismo no es cierto que había la tradición en la izquierda de los asesinatos y de la violencia en contra de los adversarios. En la Primera Internacional estaban Marx y Bakunin juntos, o sea los marxistas y los anarquistas, y se peleaban y se daban con la cubeta metafóricamente, pero no había violencia entre ellos. En la Segunda Internacional, entre los socialdemócratas traidores y los internacionalistas como Lenin y Rosa Luxemburgo, también eran discusiones muy agudas. Rosa sí fue asesinada por un gobierno socialdemócrata en 1918, pero la teoría de ejecutar al enemigo dentro del partido no estaba asumido. Esto va a ser una invención del estalinismo, parte de su degeneración. Si leen un nuevo libro muy interesante que se llama El hombre que amaba a los perros de un autor cubano que se apellida Padura, que es muy interesante porque es sobre la vida de Ramón Mercader, el asesino, y cuenta en paralelo la vida de Mercader, de Trotsky y de él mismo hasta el encuentro de Trotsky y Mercader. Ahí se muestra cómo Mercader es preparado para asesinar a Trotsky concienzudamente, durante años, previo a la llegada a México. El tipo es llevado incluso a la Unión Soviética para ser capacitado no solamente en el manejo de armas sino en toda la ideología que justifica el asesinato.

Entonces por eso cuando le dicen a Campa y a Laborde “no es suficiente, hay que eliminarlo”, ellos se quedan fríos diciendo “pero cómo, qué esperan que hagamos”. No se atreven a decir “no” pero se quedan confundidos. Deciden no informar ni al Comité Político ni al Central, sino ir a consultar a otro representante de la Internacional Comunista de Stalin, muy importante en ese momento, que es el secretario general del Partido Comunista de Estados Unidos, Aaron ¿???? se llama, un estalinista redomado, traidor terrible en la historia del movimiento obrero de Estados Unidos, pero que ellos le tienen confianza.

Entonces agarran un carrito y se van a Nuevo Laredo hasta Nueva York para ir a ver a ¿????. Insisto, no hay internet ni celulares ni nada. Le dicen “nos llegó este tipo a decirnos que no es suficiente con lo que estamos haciendo, que quieren eliminar a Trotsky; estamos confundidos, ¿entendimos bien?, ¿ésta es la línea de Moscú o qué onda?”. ¿???? les dice “no se preocupen, camaradas, yo aclaro eso con Moscú”. Cuando regresan los tres a México, les arman el congreso extraordinario de 1940 en donde el partido los expulsa por haber dudado, por haber ido a preguntar, porque al que fueron a preguntarle es otro esbirro de Stalin. Entonces dice “éstos dudaron; van para afuera”. Y lo más impresionante es que Campa, Laborde y el otro compañero no dicen qué pasó, dejan que los insulten, los humillen, etcétera, por esta ideología que está allí descrita en este libro de Padura, del estalinismo, que contamina el pensamiento de la izquierda, como hemos visto en otras discusiones.

Para nosotros la construcción del partido es muy importante, es vital, por lo que Trotsky va a decir en el 38 de que la crisis de la humanidad se reduce a la crisis de la dirección del proletariado. Y por eso Trotsky va a decir “la tarea más importante de mi vida es la construcción de la IV Internacional”. La construcción del partido es lo más importante, pero como un instrumento para la revolución, es un medio, el partido no es el fin en sí mismo. Entonces cuando discutimos el asunto, tratamos de convencer a los camaradas nuevos, jóvenes, de que una tarea vital es la construcción del partido, y el partido te plantea prácticamente la necesidad de convertirlo para ti en tu proyecto de vida, porque es el instrumento para la revolución, pero la revolución es la que es el objetivo, no el partido en sí mismo. A veces confundimos esto de que el partido en sí mismo es la vida y debes sacrificar todo por el partido. Entonces cuando a Campa y los otros compañeros los humillan, los denuestan, los expulsan y no dicen nada, piensan que no entienden pero que a lo mejor el partido se equivocó, pero que no se puede decir nada sobre el partido y menos sobre el padrecito Stalin y la Unión Soviética, por lealtad al partido y la URSS.

Para finales de los cincuentas Campa y ellos fundan otro partido, que se va a llamar el Partido Obrero Campesino de México, como un partido de izquierda, socialista, estalinista. Llega el año del 59, estalla la huelga ferrocarrilera. Vallejo y Campa se convierten en los principales dirigentes de la huelga y Campa no dice nada. Va a dar a la cárcel, se convierte en el “working class hero” como diría la canción, en el héroe de la clase obrera. En el 68, las primeras movilizaciones estudiantiles, cuando hablan de los presos políticos, es “libertad a Vallejo y Campa”, ustedes lo pueden ver en las fotos históricas del 68. Vallejo y Campa son del 59; al 68 son los representantes por antonomasia de lo que son los presos políticos en México, que llevan diez años en la cárcel; van a cumplir más de 10 años porque salen hasta el 61, y Campa no dice nada. Cuando sale de la cárcel lo reingresan al Partido Comunista con todos los honores, era el héroe de la clase obrera de los 50s, 60s, al punto de que en el año del 76 va a ser el candidato presidencial de la izquierda. Pero es hasta el año del 71 en que se publican sus memorias, cuando nos dice de la visita que recibieron en el año 40, la duda que tuvieron y que por eso los sacaron y los calumniaron. En su libro él dice que para ese momento el compañero Laborde y el otro ya murieron y que su memoria está manchada por las ofensas y denuestos del año 40, independientemente de cuál haya sido el desarrollo político posterior de esos compañeros, dice Campa “yo quiero reivindicar su memoria y explicar qué fue lo que pasó”.

Los regreso a la imagen de Trotsky leyendo el periódico y diciendo “algo pasó aquí; están preparando mi asesinato”. A los cuantos meses lo van a asesinar. Trotsky no pudo ver esto que supimos 30 años después. Hay una foto en este número especial de la revista “Convergencia socialista” que me gusta mucho por significativa, es un número especial histórico del partido, donde publicamos diversas fotografías, y hay una de la campaña de 1976 cuando los trotskistas apoyamos a Campa, y es recibido en Ciudad Juárez en la campaña presidencial y los camaradas están allí en el mitin y verán a Campa con Raúl Villegas, que era del trotskismo de Ciudad Juárez en esa época, y la manta atrás diciendo “IV Internacional presente”. Campa estaba en ese momento como dirigente del Partido Comunista y esta cosa chistosa que había sido acusado de trotskista en 1940 y en 1976 aparece como candidato apoyado por la IV en México.