¡Contralamilitarización!

¡No más violencia!

La violencia y los asesinatos son el pan de cada día. La injusticia, la impunidad, el sufrimiento, el dolor y la impotencia son el cobijo de miles de familias, cobijo profano que busca ocultar el desempleo, el hambre, la miseria y la explotación en las que vivimos.

Esta situación -detonada desde la imposición de Calderón como presidente- es resultado de la supuesta guerra contra el narcotráfico iniciada en 2006 ;  estrategia fallida, que militariza la vida y la sociedad, que legitima la violación a los derechos humanos en nombre de la seguridad nacional, que llama daños colaterales a los asesinatos y desapariciones de jóvenes, niñ@s,  mujeres, migrantes y pobres, que sustituye la injusticia con dinero y falsas promesas, estrategia fallida que no ataca la economía del narcotráfico ni el consumo de drogas -el cual lejos de disminuir aumenta-, pero permite la intervención estadounidense mediante sobrevuelos militares, envíos de armas, operaciones clandestinas, entrenamiento y espionaje, estrategia fallida   que criminaliza la pobreza  y la vida social, que combate  la protesta social con represión, que viola derechos constitucionales y libertades democráticas aun cuando en su nombre, construye de facto, un estado policiaco militar imponiendo el terror como medida de control social.

Queremos paz, pero no la que imponen militares y policías como solución, sino, una paz justa y digna, que se construya y organice desde y para la sociedad, garantizando acceso universal y gratuito a la educación, salud, seguridad social, cultura y deporte, que posibilite viviendas, alimentación, trabajos y vidas dignas, que trate el consumo de drogas como un problema de salud pública, que enjuicie y castigue a l@s responsables, que respete la vida y la diversidad, que cambie las relaciones humanas, que transforme y revolucione.

Para lograrlo se requiere la más amplia movilización popular, amplia, unitaria y democrática. Una movilización que no confía ya en las promesas y gestos demagógicos desde el poder, sino que le exige al poder el alto a la militarización que es la que ha provocado este clima de violencia, violación a derechos humanos, generalmente a manos de las fuerzas armadas y la impunidad ante esos crímenes. Movilización que tiene que acompañarse de organización, también amplia, unitaria y democrática, para lograr revertir el clima actual marcado por la violencia y militarización, impedir la consolidación de un estado policiaco y hacer realidad la consigna de que ¡si no pueden que se vayan! Han demostrado que no pueden y que solamente piensan en soluciones de fuerza y así se hacen responsables de la espiral de violencia actual.

¡Por el regreso de las fuerzas federales a sus cuarteles!

 Partido Revolucionario de las y los Trabajadores (PRT).

Sección mexicana de la IV Internacional