Declaración de la OPT al aprobar la lucha por su registro legal

DECLARACIÓN DEL CONSEJO POLÍTICO NACIONAL DE LA OPT
                             15 DE DICIEMBRE DE 2012

El 1 de diciembre se llevó a cabo la imposición del candidato del PRI. A través de la compra de
votos, de las encuestas dirigidas, del apoyo de los medios de comunicación nacionales y
extranjeros se ha fabricado a Peña Nieto, quien sube al poder no sólo para darle continuidad a la
política seguida por el gobierno de Calderón sino para profundizar la entrega de los intereses
nacionales alcanzados en décadas de lucha.
La lucha y resistencia del pueblo, de los trabajadores y sus organizaciones permitió avanzar en la
construcción de la soberanía nacional, en la conquista de los derechos sociales y laborales.
Fue la movilización del pueblo mexicano y los trabajadores lo que permitió que en 1938 se
recuperara el control del petróleo, impulsando la creación de PEMEX como empresa nacional. En
el curso de estas mismas luchas se logró la Reforma Agraria y se arrancó el derecho a la
contratación colectiva; los derechos laborales expresados en la LFT son producto de la Revolución
Mexicana. En 1946 el profesorado del país conquistó el derecho a la seguridad en el empleo, la
plaza base, al momento de la creación del sindicato nacional del magisterio. México tomó el
control de la industria eléctrica bajo control extranjero en 1960.
Ante la crisis del régimen y a la par del impacto de la crisis financiera global se busca profundizar
las políticas neoliberales, se pretende desmantelar y destruir las conquistas de la Nación y su
soberanía a un nivel sin precedentes. Para hacer pasar las contrarreformas y medidas de
austeridad impuestas desde los organismos financieros internacionales y mantener intocables los
intereses de la oligarquía mexicana, Peña Nieto lanza una política de supuesta "unidad" nacional,
comenzando por el “Pacto por México”, acuerdo cupular entre el PRI, PRD y PAN. En lo inmediato,
dicho “Pacto” significa la aprobación en las Cámaras de las contrarreformas fiscal, energética, de la
escuela pública y de seguridad nacional.
 Para la contrarreforma fiscal, Peña Nieto anuncia la intención de aumentar el IVA y aplicarlo
también a medicinas y alimentos. Gurría Ordóñez, secretario general de la OCDE, avanza la
orientación de que aumente a 19 por ciento. Esta medida, junto con la pretensión de eliminar el
subsidio a las gasolinas, provocará una catástrofe en el poder adquisitivo de las familias que viven
de su trabajo.
En cuanto a la energética, se trata de la apertura al capital extranjero y los grupos oligárquicos del
país de renglones estratégicos de PEMEX, el desmantelamiento y privatización de CFE, la entrega
de la tierra a las compañías imperialistas que explotan las minas, los recursos hídricos y eólicos en
perjuicio de las comunidades originarias y campesinas y del medio ambiente.
 Con relación a la educación, la evaluación permanente que exige la OCDE, significa la destrucción
del derecho a la estabilidad y seguridad en el empleo (eliminación de la plaza base), para un millón
200 mil profesores y profesoras. La pretensión de imponer la “autonomía de gestión” de las
escuelas, es abandonar la responsabilidad del Estado en el mantenimiento de las mismas,
promover el aumento de cuotas y conducir a la privatización.
La "reforma" a la Ley orgánica de la Administración Pública Federal, crea una súper secretaría de
Gobernación, con un claro enfoque político-policíaco y represor. Los acontecimientos del 1 de
diciembre, muestran que el “nuevo” PRI intenta instaurar un estado persecutor; el gobierno
federal entrante montó un verdadero plan de provocación y represión, utilizó a sus "halcones" y
sus infiltrados para propiciar que los cuerpos policiacos detuvieran y golpearan a jóvenes y
paseantes, con el visto bueno y el apoyo logístico y material de los mandos policíacos del DF. Fue
una provocación contra el movimiento #YoSoy132 y contra la juventud militante en general. El
régimen intenta eliminar el derecho a la manifestación y a toda expresión política pacifica
independiente, y necesita el aval político de las cúpulas de la izquierda partidista institucional, el
sindicalismo –corporativo o no- y organizaciones sociales a quienes seguramente recurrirá en un
futuro próximo. Es una amenaza contra el pueblo y los trabajadores.
En materia de seguridad nacional, continuará la denominada guerra contra el narcotráfico y el
crimen organizado, con sus decenas de miles de muertos, miles de desaparecidos, guerra de
desestabilización de la Nación.
El llamado “Pacto por México” en el terreno político quiere darle cobertura y legitimidad a un
gobierno, el de Peña Nieto, que se ha instalado por medios fraudulentos. El pacto entre PRI PAN y
PRD ofrece apoyo y unidad en torno al gobierno de Peña y le deja al PRD y al GDF el trabajo sucio
en la represión como se comprobó el 1 de diciembre.
La Organización política del pueblo y los trabajadores rechaza firmemente la política del “Pacto
por México” que es en realidad un Pacto contra los intereses nacionales y contra los derechos
sociales, laborales y democráticos del pueblo y los trabajadores mexicanos.
La organización de la resistencia nacional contra el nuevo gobierno usurpador encabezado por
Enrique Peña Nieto, en el contexto del desastre nacional y de las crisis del capitalismo neoliberal,
requiere de un conjunto de iniciativas políticas que hagan viable la unidad de todas o de buena
parte de las fuerzas antineoliberales, un bloque opositor. También exige el desarrollo de iniciativas
e instancias políticas, organizativas y extra institucionales, que contribuyan a la emergencia de
sujetos político-sociales para la disputa de la conducción de la nación a partir de un programa de
liberación nacional y emancipación social, antioligárquico y antiimperialista, desde procesos de
construcción de poder popular, social y ciudadano.
Impulsaremos la convergencia de todas las expresiones que estén dispuestas a dar pie a un Pacto
del Pueblo Mexicano por el rescate de la nación, que confronte el Pacto Neoliberal impulsado por
Enrique Peña Nieto. Las fuerzas de la Convención Nacional Contra la Imposición, los firmantes de
la Proclama, Morena o sectores de este y de otros partidos; además de organizaciones civiles, de
pequeños y medianos empresarios, referentes culturales y pueblos originarios, pueden ser punto
de partida para una propuesta de unidad nacional frente al neoliberalismo y sus contrarreformas,
contra la usurpación y por la revocación de mandato. Abierta a todas y todos los que comparten
una salida política pacífica y están dispuestos a desarrollar la desobediencia y la resistencia civil
pacíficas, mismas que entendemos como parte de la movilización y manifestación de masas en la
lucha política como método que reivindicamos. Que abandone todo sectarismo; todo resabio de
infantilismo e izquierdismo; de anarcosindicalismos y soberbias doctrinarias y personales.
Convocamos a la construcción de un Pacto desde abajo, del Pueblo Mexicano contra el Pacto de
los de arriba, para hacer valer un Nuevo Proyecto de Nación basado en el poder popular,
ciudadano y social, que haga efectivas la democracia desde el pueblo, la justicia social, la
soberanía y la autonomía económica, política y cultural de la nación y la paz.
Nos proponemos articular como referente social al conjunto de trabajos político sociales que
impulsamos a través de espacios que compartimos con diferentes agrupamientos en el proyecto
de la Nueva Central de Trabajadores, la Asamblea de Afectados Ambientales, los Jóvenes ante la
Emergencia Nacional, el Frente Nacional del Movimiento Urbano Popular, el Concejo Campesino
Indígena, el movimiento de resistencia del SME y los movimientos de trabajadores de la educación
agrupados en la CNTE, con los que compartimos el horizonte del poder popular, la liberación
nacional y la emancipación social. Desde este movimiento político de masas, con identidad
definida, actuaremos en las diversas convergencias sectoriales, locales y nacionales. Su base
territorial y su composición multisectorial serán decisivas para la organización de la resistencia civil
activa y compartir una base social orgánica con la que la OPT esté comprometida, más allá de la
lucha electoral tal y como está configurada por el actual régimen oligárquico y sus partidos. De
esta manera, la OPT podrá ser realmente un instrumento político del movimiento social para la
lucha por el gobierno y el poder, desde los procesos de construcción de poder popular, ciudadano
y social que se desarrollan en el país.
Un aspecto político trascendente del abanico táctico-estratégico de la OPT será lograr su registro
como partido político. A pesar de las limitaciones impuestas por el régimen oligárquico para el
ejercicio de las libertades políticas y democráticas en las organizaciones gremiales, barriales,
ciudadanas, comunitarias, culturales y en los procesos electorales, no podemos seguir
dependiendo de los partidos de la izquierda electoral para la promoción de nuestros candidatos y
programas de liberación nacional y emancipación social. Ni podemos seguir sujetos a sus caprichos
y chantajes, a sus métodos que perpetúan la separación de la lucha social, de las reivindicaciones
populares con respecto a la lucha electoral, que sólo refuncionalizan el actual sistema electoral y
de partidos profundamente oligárquico y antidemocrático. La lucha por el registro de la OPT como
partido político es una lucha por una reforma democrática profunda. Como instrumento de la gran
campaña de movilización nacional que haga valer desde ya, a través de las autonomías, las policías
comunitarias, la organización independiente, la resistencia civil pacífica y las organizaciones de los
trabajadores el tránsito a la democracia desde el pueblo; única garantía para hacer valer la
soberanía nacional, las autonomías populares, la justicia social, la seguridad y la paz. Más allá de la
participación electoral, la OPT quiere contribuir a llenar el vacío de una representación política
partidaria del pueblo y los trabajadores y que en el marco de amplia unidad contra el
neoliberalismo defiende los intereses del pueblo y los trabajadores y en última instancia la
perspectiva de una democracia y poder populares.
Para todo esto es fundamental la coherencia entre el decir y el hacer. La dimensión ética y cultural
de la política, de nuestro actuar cotidiano es decisiva, sin ella el pueblo se traiciona y
especialmente nosotros. Servir al pueblo y a los trabajadores; saber y sentir las necesidades e
intereses de la nación, de las personas que somos producto de un largo proceso humanizador de
decenas de miles de años, es el principio para asumir el aquí y el ahora como parte de la lucha por
la emancipación humana. Para ello debemos despojarnos de todo dogmatismo, aprender de
nuestras historias, de todas, aunque en particular de las de nuestro pueblo, es fundamental. La
nación mexicana y la humanidad toda están en riesgo; seamos dignos y fuertes para vencer, para
no traicionarnos, para no robar, para no mentir, para trabajar, estudiar y servir.
La OPT llama al pueblo mexicano a organizar la resistencia nacional contra el nuevo gobierno
usurpador encabezado por Enrique Peña Nieto, que pretende concluir el proceso de ocupación
neocolonial desarrollado por Estados Unidos y otras potencias imperialistas en los últimos 30
años. Llamamos a resistir las políticas y contrarreformas neoliberales que nos despojan del
petróleo, el agua, las minas, la tierra, de nuestros derechos sociales y de la propiedad pública y
social de la nación, para entregarlas a la oligarquía mexicana y a las multinacionales
estadounidenses, canadienses y españolas, entre otras. Convocamos a todos los trabajadores,
formales e informales, del campo y la ciudad, a resistir y revertir la contrarreforma laboral y a
organizar la lucha en cada lugar y centro de trabajo, contra las nuevas formas de explotación
capitalista y de despojo del salario. Llamamos a los campesinos, a las naciones y comunidades
indígenas, a los pobladores urbanos a defender el territorio, la soberanía alimentaria y los
derechos ancestrales de comunidades y personas; a los jóvenes y mujeres a no rendirse en la lucha
de sus derechos y esperanzas porque de ellos depende, en gran medida, la posibilidad de avanzar
hacia la humanización del mundo. En fin, convocamos a todos los agraviados por el capitalismo
neoliberal, a las víctimas de las crisis económicas, ambientales y alimentarias; a las víctimas de la
violencia, del terrorismo y la delincuencia solapada y promovida desde el estado mexicano y sus
carteles por el clima de violencia e inseguridad; a quienes han sido ofendidos, calumniados,
humillados y discriminados por los medios de comunicación al servicio del régimen oligárquico y
vende patria, a los sectores medios y bajos de la burguesía que en la defensa de sus intereses
compartan la lucha por la soberanía nacional y la dignidad humana, a la Unidad contra los
causantes del desastre nacional; a la Unidad por el rescate de nación y de México; a la Unidad del
Pueblo de México contra los neoliberales y su régimen oligárquico y contra los imperialistas que
hoy invaden y ocupan nuestro país.
Esta es la causa con la que está comprometida la Organización Política del Pueblo y los
Trabajadores en su construcción como partido político y para eso hacemos partido político. A este
esfuerzo es al que te invitamos a impulsar y construir conjuntamente.