Ante la conformación del Concejo Indígena de Gobierno: ¡Organizar la Rabia!
El solo anuncio de la conformación de un Concejo Indígena de Gobierno, así como el nombramiento de su vocera María de Jesús Patricio, Marichuy, ha despertado ya esperanzas para poder generar una amplia articulación antisistémica (rupturista, anticapitalista y ecologista) en un país hace ya mucho asolado por la violencia de Estado, los megaproyectos ecocidas y decenas de ataques contra el pueblo trabajador en general. La propuesta de llevar, bajo la vocería de Marichuy, la rabia y la indignación a las boletas electorales del próximo año implicará una campaña que, como el propio Concejo lo ha declarado, ayudará a visibilizar las decenas de luchas contra el despojo pero también, para organizar a los distintos sectores en lucha, desde hace años, contra el neoliberalismo y el capital.
Los últimos años, hemos visto distintos momentos de ascenso de movilizaciones masivas que han profundizado una crisis política permanente del régimen oligárquico mexicano. La campaña para organizase y luchar, encabezada por el CIG, enfrenta directamente la represión y despojo que enfrentan los pueblos, así como da la posibilidad de articular un amplio campo social, a la izquierda de las propuestas institucionalistas y electoreras, para construir una salida anticapitalista y de ruptura a la crisis del país.
La elección de Marichuy como vocera del CIG es, además, de gran importancia simbólica. Permite visibilizar a dos de las caras más golpeadas por décadas de políticas neoliberales y de agravios: a las mujeres y a los pueblos indígenas. Aunado a esto, el que una mujer indígena tenga la “osadía” de confrontar a los políticos profesionales, cuestiona también una falsa idea de la política, la cual en nuestra concepción, no debe de ser una profesión para tecnócratas y burócratas corruptos y trepadores, como es la idea de política estimulada por la lógica del capital.
Para nosotras y nosotros, la política debe de ser asunto de todo el pueblo: política, organización y lucha para cualquiera, sin que se necesiten cursos, especializaciones o apellidos. Y en particular para la necesaria participación política de mujeres y en general del pueblo trabajador, de las clases explotadas, en forma independiente de todos los partidos políticos patronales, pluriclasistas o institucionales. En este sentido, consideramos que la propuesta del CIG, para iniciar una campaña de lucha en octubre se encuentra, guardadas diferencias y matices históricos y geográficos, en la tradición y continuidad de los pobres del mundo, desde la centenaria revolución consejista (soviética) en 1917; la Comuna de Morelos zapatista; e incluso, en el terreno de la participación electoral es decir, en el marco institucional pero en una perspectiva radical, con la propia campaña encabezada por Rosario Ibarra en 1982 y 1988; por mencionar algunos ejemplos. Todas experiencias de distinto impacto y trascendencia, pero que tienen en común la búsqueda de construir, desde abajo, formas de participación política de las y los explotados y oprimidos.
En noviembre del año pasado, poco después que se dio a conocer esta iniciativa que el EZLN presentó al CNI para su discusión, la saludamos entusiastamente y propusimos impulsar un gran frente anticapitalista en torno a ella (ver http://www.prt.org.mx/node/413 Ante la iniciativa del EZLN al CNII, una oportunidad para organizar la lucha: PRT) al igual que hoy lo hacemos al confirmarse la decisión del CNI. Reiteramos lo dicho entonces en que, desde el PRT, rechazamos todo tipo de “suspicacias” conspirativas, o descaradas calumnias, que apuntan a tachar la iniciativa del CNI de buscar “dividir a la izquierda” o de “hacerle el juego a la derecha”. En nuestra opinión, todas las expresiones políticas tienen, por derecho propio (que nadie, mas que el propio CNI otorga), la posibilidad de lanzar iniciativas, alianzas, propuestas, como mejor les convenga. Insistir en una supuesta “división de la izquierda”, además de estimular todo tipo de prejuicios y racismos, busca esconder la existencia de una fuerza social y política que se sitúa, concretamente, a la izquierda de MORENA. La propuesta del CNI no va en competencia electoral contra determinado partido, sino en oposición al conjunto del sistema político electoral decadente, en crisis, antidemocrático y corrupto, marcado por el poder del dinero.
Hay en México, rabia e indignación acumulados. Por los megaproyectos ecocidas, la violencia generalizada contra las mujeres (y el feminicidio como su corolario), por los asesinatos de luchadores sociales, defensores de derechos humanos y periodistas, por las y los desaparecidos, por la pérdida de derechos laborales, por la precariedad, por los ataques a trabajadores, por el desmantelamiento de la salud, por las privatizaciones de la educación, la energía, del país todo impuestas por medio de las llamadas reformas neoliberales. Toda esta rabia, además de aparecer en las urnas, tiene que articularse, organizarse, y conventirse en alegres victorias y en la oportunidad de conformar un polo social de los explotados y oprimidos en disputa con el poder oligárquico y contra el sistema todo. Esta es la posibilidad que abre la conformación del Concejo Indígena de Gobierno y la campaña encabezada por su vocera Marichuy. Ahora urge avanzar en la construcción de la unidad anticapitaslista más amplia. Está en manos del conjunto del movimiento social, de las luchas y de los millones de indignados que esta posibilidad se concrete. Es urgente construir más puentes de diálogo y alianza con todas las expresiones en lucha. Desde el PRT, saludamos la decisión del CNI de conformar el CIG, así como de la elección de su vocera. Estamos convencidos que, para los tiempos que se viven en el país, esta propuesta abonará a la unidad del conjunto de explotados y oprimidos que hoy resisten, pues, como se decía en la asamblea del CNI, ¡No vamos por votos! ¡Vamos por todo!
Ciudad de México a 4 de junio de 2017.
Partido Revolucionario de los Trabajadores
Sección mexicana de la IV Internacional